18¡Ay de los que ansían que llegue el día del Señor!
¿Saben cómo va a ser para ustedes ese día?
Será día de oscuridad, y no de luz.
19Será como cuando uno huye de un león
y se topa con un oso,
o como cuando uno entra en su casa,
se apoya en la pared,
y lo muerde una culebra.
20Sí, el día del Señor será de oscuridad, y no de luz;
de densa oscuridad, sin claridad ninguna.
21"Odio y desprecio las fiestas religiosas que ustedes celebran;
me disgustan sus reuniones solemnes.
22No quiero los holocaustos que ofrecen en mi honor,
ni sus ofrendas de cereales;
no aceptaré los gordos becerros
de sus sacrificios de reconciliación.
23¡Alejen de mí el ruido de sus cantos!
¡No quiero oir el sonido de sus arpas!
24Pero que fluya como agua la justicia,
y la honradez como un manantial inagotable.
25"Israelitas, ¿acaso en los cuarenta años del desierto me ofrecieron ustedes sacrificios y ofrendas?
26Ahora, sin embargo, tendrán que cargar con su rey Sicut y su estrella Quiiún, imágenes de dioses que ustedes mismos se han hecho.
27Los lanzaré a ustedes al destierro, más allá de Damasco." Lo dice el Señor, el Dios todopoderoso. Ese es su nombre.
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